Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Desvío en la próxima salida.






Hay bajadas sin frenos en las que es mejor no volver a caminar.
Hay ecos en la mente que es mejor no volver a golpear, resonando hasta convertirse en certeza.
Hay deseos tabú que es mejor no morderse, que es mejor apagar con un soplo y que vuelva el frío.
Hay latidos que te prometes no volver a hacer sonar; haces que pierdan el ritmo para no crear una armonía que pueda unir universos. 
Hay un sí y un no discutiendo por decidir quién se queda mi custodia. Y yo me quiero ir sin ninguno de los dos. 
Hay un conformismo que bebe para olvidar, y un anhelo que aprieta los puños y echa a correr con impulso porque quiere rozar el cielo.


Y luego estoy yo, que soy las bajadas sin freno, el sí y el no, el conformismo, los latidos, el anhelo.




Ahora echaré a correr en dirección contraria. Quiero huir, debo huir, voy a huir. Que nadie me atrape nunca. Voy a escapar de todo lo que me asusta. 

domingo, 23 de noviembre de 2014

A mountain of ice-

Me hice una promesa contra natura y casi me falto el respeto, casi vuelvo a abandonarme. No, no y no. Mis instintos humanos deben quedarse aletargados por tiempo indefinido, ¿por qué trato de despertarlos? No quiero despertar, estoy bien dormida, ¿verdad? ¿No es eso lo que le digo a todo el mundo? Estoy bien como estoy.

 No entiendo esa necesidad por buscar calor para no morirme de frío, si no lo necesito. Creo que no hay mayor castigo que privarse de la propia humanidad. Es mi castigo, mi castigo por haber salido ahí fuera, a la lluvia sin paraguas, por abrazar serpientes que sabía que me iban a besar letalmente. Estoy castigada de cara a la pared y ninguna plegaria ni súplica hará que sea perdonada. Porque no quiero, porque no debo, porque es mediocre ser humano, porque conlleva cosas que no estoy dispuesta a llevar a cabo. Porque volver a exponerme significaría ponerme en peligro de extinción, de nuevo. Y no quiero que nadie vuelva a arrancarme la piel. No quiero que se vendan trozos de mí a cualquier precio. No quiero ser un premio, un trofeo ni un regalo. No quiero que me cacen y pongan precio a mi cabeza.

Soy como esa presa que quiere salir de su madrigera pero sabe que fuera le espera una trampa mortal. Pero aun así, su ambición le obliga a salir. Estoy tratando de transformarme, alejarme de ambiciones insanas y buscarme otras menos nocivas. Pero no puedo. ¿Acaso vivir no es nocivo, a caso no nos mata cada día lentamente? Quizá yo no quiero morir más de la cuenta. Quizá si permanezco aquí escondida, nadie podrá enjaularme y desgarrar mi pelaje. Quizá es mejor que mi nombre no resuene en la boca de nadie, nunca.


sábado, 15 de noviembre de 2014

No hay vida más allá de mis dos teorías del caos.

He vivido siempre entre dos extremos y límites, entre dos teorías del caos diferentes. La teoría de la perfección y la teoría de la autodestrucción, del olvido de identidad. Siempre voy saltando de una a otra pues no sé vivir en una tonalidad gris, quizá. Por mucho que me intente convencer de que la vida no es un blanco y un negro permanentes, que hay una amplia tonalidades de gris en las que podría sobrevivir, no me lo creo.


No me permito sentir, no me permito vivir más allá de lo necesario, no me permito hablar, no me permito parar a respirar, no me permito caer, no me permito añorar, no me permito necesitar,  no me permito equivocarme, no me permito exponerme, no me permito darme a conocer, no me permito soñar. No.

Vivo tras los muros de contención, atada de pies y manos y con vistas solo lineales, sin posibilidad de mirar hacia los laterales. No puedo salirme del camino, de mis límites. No puedo romper barreras ni tampoco saltarlas. Así es como debe ser. Me he impuesto mi propia teoría del Caos, la teoría de la perfección, una perfección dura, un castigo silencioso, un látigo que me perfora los costados. Yo soy mi propia capataz y me grito, me castigo, me exijo, me humillo. Debo conseguirlo todo y no fallar. Me he impuesto esta vida pues ya he estado más allá de los límites y casi no vuelvo para contármelo. He explorado nuevos caminos, me he permitido sentir, me he permitido llorar, equivocarme, arrepentirme, necesitar, añorar, caer y levantarme, exponerme y darme a conocer, soñar. Esa era mi teoría del caos de la identidad. Olvidarme a mí misma para dejar un pedazo de mí en cada cosa que hacía, cada cosa que sentía. Obligarme a sentirlo todo, a vivirlo todo en una sola dosis, a saturarme de momentos para que no me dejara por vivir ninguno.  Pero olvidé que mis pedazos se iban quedando detrás de mí, y el camino se volvía costoso. Me quedé en todas las cosas, vivencias y personas a las que me regalé, Cómo iba a continuar si ya no tenía un cuerpo ni una forma definida, si me había vendido por partes, si no quedaba nada para mí.

Tengo dos teorías del caos y ambas son destructivas. Vivirlo todo o no vivir nada en absoluto. Sentirlo todo u olvidar que dentro de mí hay un motor latente que pide una tregua por tantos latigazos. Quiere pararse a descansar pero no, no le voy a dejar. No ha sabido portarse bien, no le dejaré hablar. Su función a partir de ahora ha de ser la estrictamente necesaria. Solo tiene que latir. No le voy a atribuir otras necesidades. Estamos en mi dictadura, y aquí nadie tiene el derecho a satisfacer sus indomables deseos.


La imperfección es libertad, es un preso que ha escapado de la cárcel, es deseo y ambición. La perfección, una utopía y un Régimen, lo que todo ser humano ansía conseguir. Queremos la libertad de la imperfección para poder ser perfectos.  


Yo rechazo la libertad, entre estos muros estoy construyendo la perfección que tanto ansiaba. Aunque ello me suponga perder mi humanidad

viernes, 20 de junio de 2014

La ficción es un tipo de realidad (¿Solo fue un sueño?)

Está lloviendo. Ni siquiera sé si esta lluvia es real. Este no parece ser mi mundo, las paredes se caen con un soplido, las personas parecen estar hechas de líquido transparente. No hace mucho que llevo en esta realidad, o eso es lo que quiero creer. ¿Y si llevo aquí toda mi vida y no lo he descubierto hasta ahora? ¿Pero qué me habría hecho percatarme de ello? Algún hecho constatable, un instante inusual.



¿Y si todo fue un sueño, y si todo fue un sueño?

No lo sé, y parece ser que nunca lo sabré. No sé distinguir el ahora del antes, no sé dónde acaba la realidad y empieza la ficción, no sé cuándo actúo y cuándo simplemente vivo, vivo la realidad de los demás. ¿Pero cuál es la realidad de los demás?   


No entiendo nada, solo sé que hay un momento en el que las personas dejan de ser personas para convertirse en enemigos inminentes, y mis sensores cibernéticos analizan y apuntan al blanco.  ¿Pero dónde el humano es inofensivo para mí y dónde es una amenaza? ¿en la ficción quién está en mi contra, en la realidad quién está de mi lado?

Parece haber una puerta que conecta dos realidades distintas. Si hay dos mundos distintos, significa que ficción es otro tipo de realidad, es un tipo de realidad, forma parte de la realidad. De la realidad parte todo. La realidad debe ser un campo electromagnético enorme, que todo lo atrae. Así me lo imagino yo. ¿Quién somos para juzgar la realidad de los demás? ¿Se puede vivir en dos realidades distintas? ¿Se puede tener la habilidad para poder visualizar todo nuestro entorno desde dos perspectivas diferentes de forma simultánea?



Está lloviendo, pero creo que solo es en mi cabeza.




martes, 17 de junio de 2014

Who is the real self -




No debo caer, no debo caer, debo permanecer despierta, no puedo permitir que ella vuelva a salir. ¿Por qué, qué quiere de mí? Necesito enfriar mis sienes, necesito respirar hondo, esa maldita y retorcida niña va a volver a despertarse.

(¿Por qué te empeñas en luchar? Voy a acabar contigo, con todos a los que aprecias, sois todos escoria y no merecéis mi piedad. Soy yo la dueña de este cuerpo, eres tú la intrusa y la que no le da toda la eficacia que podría otorgarte.  Piensa en la tanta sangre que podrías derramar, destruir a los que quieres también es una forma de amar)

Cállate, sabes que no te dejaré salir. Tu forma de vivir no es válida en este mundo.

(¿Sabes cuál es el problema? que TÚ me PERTENECES, a MÍ. Yo te di esta vida, esta inteligencia, gracias a mí eres indestructible, pero no me dejas actuar...  ¿no quieres divertirte conmigo? Vamos, lo vamos a pasar bien. Piensa en todas las cosas que podríamos hacer juntas. Solo préstame el control de tu cuerpo y verás lo que una vocecita puede llegar a hacer, puede llevarte a la más absoluta grandeza. ¿No quieres vengarte de este mundo? ¿Tienes gente a la que quieres proteger? Oh, qué enternecedora eres, y qué DÉBIL. ¿desde cuándo en tus planes entraba proteger a los que amas? ¿Qué van a otorgarte a cambio? Mátalos, déjame matarlos, por favor, déjame alimentarme y crecer, sabes que van a acabar traicionándote, ya lo han hecho muchas veces. Son humanos, ¿Recuerdas? son imperfectos. Tú no perteneces a su inmundicia, ¿a caso no lo recuerdas? te entregaste a mí cuando viste la oportunidad...   Solo querías protección, y yo solo te pedía a cambio dejar adueñarme del 50% de tu vida y, ¿esto es lo que obtengo?  Mi protección tiene un valor, se paga con sangre, con vidas.  Debiste haber aceptado tu debilidad cuando tuviste la opción, debiste haber previsto que pactar con el diablo tendría un precio. Y ahora, quieres echarte para atrás.  Es tarde, niñita, muy, muy tarde...   me has desobedecido, y habrá consecuencias)


- No, por favor, te lo ruego. Te rendiré pleitesía, haré lo que me pidas. Pero, por favor, ten piedad de mí y de mi entorno. No les hagas daño, solo quiero protegerles. 


(¡SILENCIO! ¿Sabes qué? Estoy cansada de escucharte. Y voy a hacerte callar. He esperado mucho tiempo y me has hecho dormir durante muchos años. Pero el letargo se ha terminado. Tu maldición ya está escrita, y tu castigo será poder presenciarlo y no poder evitarlo. Me adueñaré de ti, de tu vida. Haré que te odien, haré que odies, haré que el odio te consuma por dentro, te haga llagas en la boca, te nuble las pupilas, te engañaré con falsa euforia, creerás que tienes de nuevo el control sobre ti misma y cuando menos lo esperes, volveré a ahogarte en el abismo. Odiarás hasta el ser más puro de este planeta, la gente empezará a preguntarse en qué clase de persona te estás transformando, pero para entonces la niñita buena y risueña habrá muerto y serás toda mía. ¿Qué me dices, te gusta cómo va a acabar tu historia? No podrás controlar nada, pero sí que te dejaré mirar por tus propias pupilas. Siéntate y mira, mira cómo hago arder tu mundo. Pasarás 3 minutos con el cuerpo en tu posesión, tratando de luchar y al cuarto, te ahogaré, te ahogaré y te ahogaré. Has jugado conmigo, mortal, has jugado con el mismísimo diablo, y este diablo ahora tiene tu mismo aspecto... ¿a quién van a creer ahora, linda criatura? Me perteneces, ¡ME PERTENECES!  Y por más que les jures, ¡NO TE CREERÁN! Sufre el poder de la desconfianza, sufre la traición, sufre la corrupción de tu alma y cuerpo.    Niñita, di adiós, esta será la última vez que puedas decir cosas bonitas. Añora las nubes, el calor del sol, despídete de los tuyos, voy a destruírlo TODO)


 (                                                             )