Drowning.

Tengo un último deseo antes de morir. Deberás encontrar las perlas, por cada lágrima que lloro.

Juramento inquebrantable.

La foto es... el juramento inquebrantable entre Narcisa y Snape. Se asemeja un poco al que pacté contigo. Este tipo de juramentos tienen la garantía de que si no se cumple lo jurado, acabas muriendo por traición.

Yo... yo no te he traicionado, JURÉ Y REJURÉ que iba a protegerte, a amarte y a hacerte feliz. Ahora... he fracasado, y dicho juramento cobrará lo que le corresponde, mi vida.

Debería morir...

El juramento inquebrantable... resultó no serlo tanto

Wilkommen.

He cogido el primer vuelo de la mañana. No sé manejarme bien por esta ciudad aún algo desconocida para mí. Hace un momento colgué el teléfono. Mis padres y mis hermanos me echan de menos. Mientras hablaba con ellos he podido escuchar el ladrido de Läika; seguro que también me extrañará. Veo la lluvia que cae ahí fuera. Me pregunto qué será de mí a partir de ahora. Tomé la decisión de marcharme para empezar a vivir por mí misma. Aunque más bien ha sido para no dañar a más gente con mi forma de ser. No estoy hecha para nadie, tan solo sé hacer daño. Siempre he estado sola, me he acostumbrado a la soledad, a los llantos de medianoche y a no existir para la mayoría de la gente. Pasar desapercibida, ser un diminuto grano de arena en esta duna interminable, una estrella que brilla levemente, que apenas es visible. Así he sido yo hasta hace poco. Y después, se me presentó la oportunidad de ser feliz y ... la malgasté. Soy una novata en esto de la vida, he de sufrir para madurar. He de irme para conocer el lugar a donde realmente pertenezco. Hasta ahora tan solo he divagado por meras ilusiones de un futuro incierto. Ahora he de construirlo... qué difícil es esto. Supongo que hacerse mayor es difícil. No se trata sólo de adquirir múltiples conocimientos, sino de las experiencias que vamos viviendo en el camino. Hacerse mayor conlleva a renunciar, a sufrir para madurar, a aceptar circunstancias y consecuencias... eso es difícil. Supongo que tan solo soy una niña pequeña, una cría que ha cogido un avión sola, y se ha marchado a Berlín, porque adora el alemán, ese acento tan pronunciado e interesante. Aquí... sé que no molestaré. He dejado allí a amigos, familiares y... y a él. Nunca me lo perdonará, quién podría perdonar a una chica con trastornos de personalidad que a veces parece sufrir de esquizofrenia en estado puro. Siento haber condenado su vida de tan cruel forma. Ogh... pero basta ya de lamentarse. Me he ido, ¡Ya nada volverá a ser igual! Creo que en los días de lluvia me dedicaré a escribir, escribiré novelas y una autobiografía en forma de historia en tercera persona, para no pecar de egocentrismo. Serán libros de una escritora fracasada que nadie leerá, pero qué importa eso.
No sé cómo he podido llegar a tal punto, pero lo cierto es que aquí estoy.

Wilkommen, Emily.